La ciudad de Atenas, devota de Atenea, adoptó durante siglos, como símbolos y marcas propias, la efigie de la virgen hija de Zeus, Diosa de la guerra y de la sabiduría, y la representación de la Lechuza numinosa. Casi todas las monedas atenienses, desde el siglo VI, muestran la efigie de Palas Atenea en el verso, y en el reverso la sagrada Lechuza, la Luna reina de la noche, la ramita de Olivo con su fruto y el nombre del Estado emisor: AQE –apócope del nombre de la ciudad: ATHE–. Durante el siglo V la moneda ateniense con la lechuza, casi siempre de plata, era ya la más fuerte y prestigiada en el Mediterráneo. De hecho la expresión glauka eis Athenas (llevar lechuzas a Atenas) equivalía entonces a cosa superflua e innecesaria (nuestro llevar hierro a Bilbao o echar agua en la mar pero hace dos mil cuatrocientos años). Circulaba sobre todo el valor de cuatro dracmas, el tetradracma, del que se conservan muchos ejemplares en muy buen estado. Un tetradracma de plata típico, con el mochuelo y el olivo, tiene 24 milímetros de diámetro y pesa 17 gramos. Nos han llegado peor conservadas las monedas de menor valor (el óbolo, por ejemplo, un sexto de dracma), que eran las de circulación cotidiana. El aspecto de las monedas atenienses cambia muy poco, hasta que fueron reemplazadas por monedas romanas, en el siglo I anterior a nuestra era. Minerva aparecerá ya menos en las monedas, pero mantendrá con frecuencia, aunque minúscula, una lechuza a su lado.Se suele decir que el inicio de la filosofía radica en el paso del mito al logos, es decir, en el paso de explicaciones o respuestas tradicionales y arbitrarias a explicaciones lógicas y racionales. Los griegos protagonistas de este paso o salto fundaron lo que llamamos filosofía; ahora bien, ¿este paso se dio una vez por todas o, al contrario, constantemente tenemos que repetirlo?
1. La actividad de los primeros que filosofaron
Los mitos son relatos fabulosos que explican o dan respuesta a interrogantes o cuestiones importantes para los humanos; en segundo lugar, los mitos son relatos que pretenden dar modelos de actuación. Los mitos se imponen como relatos llenos de autoridad pero sin justificación; se apela, emotivamente, a que las cosas siempre han sido así. Los mitos griegos, por ejemplo, explican como se hizo el mundo, como fue creado el primer hombre y la primera mujer, como se obtuvo el fuego, como apareció el mal en el mundo, qué hay tras la muerte,…; al mismo tiempo, las actuaciones extraordinarias de los personajes míticos son un ejemplo o pauta a seguir. Los griegos disponían de gran número de mitos; nosotros, también. Disponemos de mitos que cumplen tanto la función explicativa como la función ejemplificadora.
En Grecia, en el siglo VI antes de Cristo, unos hombres emprendedores, los primeros filósofos, empezaron a cuestionarse tanto las explicaciones que daban los mitos como las pautas de conducta que ofrecían. Eran unos hombres a quien los atraía hacerse preguntas, que notaban incoherencias en los relatos míticos de su entorno, que constataban relatos diferentes en pueblos diferentes. Estos hombres, dominados por una plural curiosidad y por una actitud crítica, son los que protagonizaron lo que se conoce como milagro griego: el paso del mito al logos. Para ellos, este paso significaba desconfiar de las imaginativas narraciones o explicaciones populares y, con una mirada nueva, observar y analizar la naturaleza, intentando descubrir en ella las causas de los acontecimientos; por ello, en vez de hablar de divinidades empezaron a en inventar conceptos. Con los mitos, el mundo era caótico y arbitrario: nada estaba sometido a leyes naturales fijas; con la visión racional del mundo, éste deviene ordenado y regido por unas leyes estables y fijas que se pueden descubrir.
Este paso fundacional de la filosofía, acontecido en Grecia y explicable por una confluencia de factores, no es algo «natural» y definitivamente adquirido, es un paso que tiene que realizar toda persona que quiera mantener una actitud despierta e investigadora
2. Mitos de ayer
El doble mito de Prometeo y Pandora es un mito clásico de ayer que explica el origen de la humanidad y la aparición del mal al mundo. Prometeo, benefactor de la humanidad, comprueba que los animales estaban más armónicamente provistos que los hombres —desnudos, descalzos y desarmados—; a fin de equiparlos mejor robó a Zeus el fuego, recurso que hace posible la habilidad técnica, y lo dio a los humanos; de este modo, adquirirían las artes útiles a la vida.
Pero Zeus, temiendo que éstos llegaran a ser demasiado fuertes y sabios, se enfureció por el don que Prometeo les había otorgado y, a cambio, creó un alegre regalo portador de desgracias. El regalo era Pandora, la primera mujer; a Pandora le fue dada una jarra llena de males, los males que afligen la vida de los hombres.Ciertamente, los mitos tienen poder explicativo. Constituyen el inicio de un proceso intelectual. Prometeo y Pandora pueden simbolizar las dos caras de la situación humana: el bueno y positivo que todos tenemos y las inevitables contrariedades que nos acompañan. El mito, creado en una sociedad de creciente machismo, puso en la mujer el origen del mal; obviamente, el progreso intelectual llevará a cuestionarse esta explicación interesada. 
Pero con los mitos y con sus indicaciones —constataban los primeros filósofos— los barcos se hundían, siendo la navegación insegura. En los mitos clásicos a menudo se expresan, con bellas palabras, profundas intuiciones; pero incluyen pluralidad de elementos irracionales que los primeros filósofos querían identificar y separar de su actividad.
La nunca satisfecha curiosidad de los primeros filósofos, su constante hacerse preguntas, su actitud crítica, sus dudas frente a las explicaciones oficiales, etc. condujo a buscar explicaciones o respuestas argumentadas y abiertas al debate. La propia palabra filosofía, utilizada para designar la actividad de estos griegos, significaba y significa «afán o anhelo de saber», no posesión de saber o conocimiento: eran suficientemente conscientes de la dificultad de expresar la última palabra sobre temas como: ¿qué es el ser humano?, ¿de dónde proviene el mal presente al mundo?, ¿cuál es el principio o cuál es causa de toda la realidad?

3. Breve conclusión
La actividad de los hombres que por primera vez pasaron de explicaciones míticas a explicaciones racionales, se ha llamado filosofía o «anhelo de saber»; pero otra palabra muy significativa podía haberse impuesto: aletheia (que traducimos por "verdad"), que quiere decir «des-cubrir» aquello que está escondido, «des-velar», «desenmascarar» (literalmente, "descorrer los velos"). Unas actividades que realizaron los griegos y que han realizado, en mayor o menor medida, los filósofos de todos los tiempo.
4. Para ampliar (sobre los presocráticos). ¿Filosofía en serio en la Televisión? Si es Gustavo Bueno, a lo mejor...























