miércoles, 17 de abril de 2013

Para los de Psicología: tema sexualidad y amor.

SIN TU LATIDO Hay algunos que dicen que todos los caminos conducen a roma y es verdad porque el mío me lleva cada noche al hueco que te nombra y le hablo y le suelto una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas; luego apago tus ojos y duermo con tu nombre besando mi boca. Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido. Que el final de esta historia, enésima autobiografía de un fracaso, no te sirva de ejemplo, hay quien afirma que el amor es un milagro que no hay mal que no cure pero tampoco bien que le dure cien años; eso casi lo salva, lo malo son las noches que mojan mi mano. Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido Aunque todo ya es nada, no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro. por saber de tu vida no creo que vulnere ningún mandamiento; tan terrible es el odio que ni te atreves a mostrarme tu desprecio, pero no me hagas caso, lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo. Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido LUZ DE LUNA Yo quiero luz de luna para mi noche triste para soñar divina la ilusión que me trajiste para sentirte mía, mía tú como ninguna pues desde que te fuiste yo no he tenido luz de luna pues desde que te fuiste yo no he tenido luz de luna yo siento tus amarras como garfios, como garras que se ahogan en la fuente de la vida y del amor y siento tus amarras arrastrar en mi noche callada que sea plenilunada azul como ninguna pues desde que te fuiste yo no he tenido luz de luna Pues desde que te fuiste yo no he tenido luz de luna Si ya no vuelves nunca provincianita mía a mi selva querida que está triste y está fría al menos tu recuerdo ponga luz sobre mi bruma pues desde que te fuiste yo no he tenido luz de luna pues desde que te fuiste no he tenido luz de luna. 19 días y 500 noches Lo nuestro duró Lo que duran dos peces de hielo En un güisqui on the rocks, En vez de fingir, O, estrellarme una copa de celos, Le dio por reír. De pronto me vi, Como un perro de nadie, Ladrando, a las puertas del cielo. Me dejó un neceser con agravios, La miel en los labios Y escarcha en el pelo. Tenían razón Mis amantes En eso de que, antes, El malo era yo, Con una excepción: Esta vez, Yo quería quererla querer Y ella no. Así que se fue, Me dejó el corazón En los huesos Y yo de rodillas. Desde el taxi, Y, haciendo un exceso, Me tiró dos besos... Uno por mejilla. Y regresé A la maldición Del cajón sin su ropa, A la perdición De los bares de copas, A las cenicientas De saldo y esquina, Y, por esas ventas Del fino la ina, Pagando las cuentas De gente sin alma Que pierde la calma Con la cocaína, Volviéndome loco, Derrochando La bolsa y la vida La fui, poco a poco, Dando por perdida. Y eso que yo, Paro no agobiar con Flores a maría, Para no asediarla Con mi antología De sábanas frías Y alcobas vacías, Para no comprarla Con bisutería, Ni ser el fantoche Que va, en romería, Con la cofradía Del santo reproche, Tanto la quería, Que, tardé, en aprender A olvidarla, diecinueve días Y quinientas noches. Dijo hola y adiós, Y, el portazo, sonó Como un signo de interrogación, Sospecho que, así, Se burlaba, a través del olvido, Cupido de mi. No pido perdón, ¿para qué? si me va a perdonar Porque ya no le importa... Siempre tuvo la frente muy alta, La lengua muy larga Y la falda muy corta. Me abandonó, Como se abandonan Los zapatos viejos, Destrozó el cristal De mis gafas de lejos, Sacó del espejo Su vivo retrato, Y, fui, tan torero, Por los callejones Del juego y el vino, Que, ayer, el portero, Me echó del casino De torrelodones. Qué pena tan grande, Negaría el santo sacramento, En el mismo momento Que ella me lo mande. Y eso que yo, Paro no agobiar con Flores a maría, Para no asediarla Con mi antología De sábanas frías Y alcobas vacías, Para no comprarla Con bisutería, Ni ser el fantoche Que va, en romería, Con la cofradía Del santo reproche, Tanto la quería, Que, tardé, en aprender A olvidarla, diecinueve días Y quinientas noches. Y regresé...etc.