El Estado de Naturaleza es una fórmula utilizada en la filosofía política de la Ilustración, sus dos mayores expositores han sido Thomas Hobbes y John Locke. Cada cual, influido por su situación socio-política, ha intentado representar al hombre tal y como era antes de la aparición de la vida social, esto es, su transición; buscando dar respuesta a la pregunta de ¿cómo el ser humano se las arregló para socializar, dejando tras de sí un estado animal, sin artificios?. El Estado de Naturaleza La concepción del estado de naturaleza de Thomas Hobbes, es negativa, pues representa un estado de guerra permanente, en el que el individuo está en riesgo constantemente. “… es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que de denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos…”1 La caracterización que hace del ser humano es la siguiente: •Mediante la fuerza corporal, puede dominar a todos los otros, independientemente de las circunstancias, tanto por fuerza vital como por mezquindad. •En lo mental, todos estarían satisfechos consigo mismos. “…no hay, en efecto y de ordinario, un signo más claro de distribución igual de una cosa, que el hecho de que cada hombre esté satisfecho con la porción que le corresponde…”2 •La fuerza y la astucia son dos cualidades esenciales en el estado de naturaleza, ya que permitirán la propia conservación. •Finalmente, todos queremos las mismas cosas, “…si dos hombres desean la misma cosa, y en el camino que conduce al fin (que es a veces su propia conservación y a veces su delectación tan sólo) tratan de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro…”3 •De aquí que el hombre es un lobo para el hombre: “…un agresor no teme otra cosa que el poder singular de otro hombre…”4 Así, este estado de guerra, se vería alimentado por la competencia, la desconfianza y la gloria. Entre sus consecuencias derivadas están: •Ausencia de Ley: sin leyes, en la absoluta libertad, la que rige las relaciones humanas es la ley de la selva; todos tienen un derecho natural, que es proteger su existencia, con el consecuente riesgo de muerte. •Ausencia de Justicia: derivada directamente de la anterior, sin ley que determine al individuo no hay injusticia, porque cada uno está en su derecho natural a organizar su propia seguridad; como tampoco habría un poder común, está en su lugar para administrar la justicia. •Ausencia de Propiedad: sólo pertenece a cada uno lo que pueda tomar y eso, en tanto, pueda conservarlo. En síntesis, el estado de naturaleza es GUERRA, una anarquía absoluta, que sólo puede ser detenida por el derecho natural derivado de la razón, premisa fundamental para la transición hacia el Estado. “…La razón sugiere adecuadas normas de paz, a las cuales pueden llegar los hombres por mutuo consenso…”5 Para John Locke, el estado de naturaleza, no significa necesariamente un estado de guerra como en Hobbes, aunque deja ver cierto escepticismo sobre el estado natural, pues predomina la justicia imparcial. •Es un estado de igualdad, porque todos tienen los mismos poderes, lo que implica un estado de no-sujeción, “…no hay nada más evidente que el que criaturas de la misma especie y rango [...] deban ser así mismo iguales entre sí, sin subordinación ni sujeción…” •También es un estado de perfecta libertad, pues el hombre no depende de nadie para disponer de su persona. Pero esta libertad no es absoluta, ya que está limitada por dos preceptos: la ley de la naturaleza y de la razón. Sin que por ello pueda hacer daño a otros o a sí mismo. “…Quien así derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada…”6 •El hombre puede matar y tener poder, pero por un único propósito: castigar a un delincuente que viola el principio de la paz y la preservación de la humanidad. “… dos diferentes derechos, el de castigar el crimen a fin de impedir y prevenir transgresiones similares [...] y el de obtener reparación…” •Lo que requiere de juzgar y castigar, la exención de la pasión, y una pena proporcional al delito, para disuadir a otros de cometer un delito similar, aunque esto podría ser problemático pues la autoestima de los hombres, los hace imparciales e injustos. •A diferencia de Hobbes, en Locke, las leyes naturales tienen su lugar en el estado de naturaleza, pues al ir contra la libertad de los individuos, no son más que atributos de la naturaleza humana. Sin embargo, entre los autores, se encuentra la razón humana, esto es, el resultado de un ser pensante y prudente. •El estado de naturaleza no es el equivalente a un estado de guerra; en Locke, la situación de conflicto se sintetiza en una acción que amenaza con destruir a una persona, se trata de la violación de la libertad de cada uno. “…Hombres que viven juntos con arreglo a la razón, sin un superior común sobre la tierra con autoridad para juzgar entre ellos: en esto consiste, propiamente, el estado de naturaleza. En cambio, la fuerza, o la intención declarada de emplear la fuerza contra la persona del otro, allí donde no hay un superior común sobre la tierra al que apelar en buena reparación, configura el estado de guerra. •La transición hacia el Estado se caracteriza por la búsqueda de la justicia imparcial y la desaparición del estado de guerra. La Transición al Estado Para Hobbes, el primer paso para la transición hacia el Estado deriva de la razón. De ésta surgirían dos leyes de la naturaleza que impiden a los hombres ser destruidos, pues están de acuerdo en desprenderse de su participación en la ley natural y en luchar por la paz. Estas leyes restringen la libertad del individuo ya que determinan no seguir sus pasiones naturales, tales como el orgullo, la venganza, etc. Los previenen de disfrutar de su derecho a hacer lo que quiera y por tanto volver a un estado de guerra.Así es como la transición hacia el estado busca arrancar de raíz el estado de guerra derivado del estado de naturaleza. De modo que hay una necesidad ineludible del Estado que fundamenta la protección de los hombres. Se trata una renuncia parcial de su derecho inherente a un Estado con un poder absoluto e indivisible, que proporciona esta protección a cambio. Este impresionante poder que tiene el Estado, lleva a la población a la paz. “…Dícese que un Estado ha sido instituído cuando una multitud de hombres convienen y pactan, cada uno con cada uno, que a un cierto hombre o asamblea de hombres se le otorgará, por mayoría, el derecho de representar a la persona de todos (es decir, de ser su representante). Cada uno de ellos, tanto los que han votado en pro como los que han votado en contra, debe autorizar todas las acciones y juicios de ese hombre o asamblea de hombres, lo mismo que si fueran suyos propios, el objeto de vivir apaciblemente entre sí y ser protegidos contra otros hombres…”7 La transición hacia el Estado que plantea John Locke, se produce cuando la justicia es imparcial. Previo consenso entre las personas, habría una transmisión de sus derechos naturales en el Estado. Funcionan como en Hobbes, la regla de la mayoría porque nada sería posible en una sociedad disuelta. Esta regla implica el consentimiento de todos, para asegurar su sometimiento a la voluntad del pueblo. Si actúan contra éste, están en un estado de naturaleza; al relegar, el hombre, sus derechos sobre la base de un acuerdo compartido, da lugar a un gobierno civil legítimo, que impone una dificultad, a saber, los individuos en virtud del mismo. El hombre renuncia a sus derechos, pues “…Si el hombre es, en el estado de naturaleza, tan libre como se ha afirmado, si es el dueño absoluto de su propia persona y posesiones, igual al más prominente y no sometido a nadie [...] si bien en el estado de naturaleza, posee tal derecho, el goce del mismo es, sin embargo, sumamente incierto y se halla constantemente expuesto a ser obstaculizado por terceros…”8 Las deficiencias del estado del naturaleza son: la ausencia de leyes establecidas; imparcialidad de los jueces para manejar su poder y ejecutar condenas. Estas tres brechas conducen a los hombres a salir del estado de naturaleza para proteger y mantener sus propiedades. Al igual que en Hobbes, el juego de poder es una necesidad, pero a diferencia de éste, no es para poner fin a un estado de guerra sino a un estado de injusticia. El aporte de Rousseau Por otro lado, Rousseau nos dice que la propiedad privada es la que pone fin al estado de naturaleza, y que la transición hacia el Estado no es de un crecimiento inmediato; sino que tiene lugar cuando el hombre ha aprendido a superar los obstáculos de la naturaleza, convirtiéndose en animales superiores; él arrojó una primer mirada a la persona, en un primer signo de orgullo. Este sería el espíritu que iluminó a la industria a mejorar; por ejemplo que los hombres se establecieron perdiendo algo de su ferocidad y vigor, pero cada uno por separado se convirtió en menos para luchar contra las bestias, sin embargo era más fácil reunirse para resistirles. De esta irreversible asamblea nació la comunidad. Ellos se esforzaron para utilizar las nuevas instalaciones y la privación se volvió más cruel respecto de la posesión. Las inequidades comienzan en la toma de propiedad, de las comparaciones son nacidos los celos que produce, y la creación de la discordia. El amor propio envilece la autoestima: la cuenta de crédito que cada uno guardaba celosamente. Lo importante para el hombre civilizado será liberarse, lo que abre una herida en la autoestima del individuo -la cura resultó peor que la enfermedad- dejando lugar a rivalidades de unos contra otros por venganza, que termina en la misericordia de los hombres naturales. Dos artes mayores son la fuente de la pérdida de la raza humana: la agricultura y la metalurgia. De esta cultura de la tierra y el intercambio, nació la propiedad y la noción de justicia. El derecho de propiedad ha obligado a las personas a pasar de la autarquía a la dependencia; por lo tanto de las desigualdades naturales, el cambio es menor en relación a las desigualdades institucionales, fatales para la humanidad. De esta desigualdad nacieron al dominación y la servidumbre, después de trastornos para el hombre nuevo, consecuencia inmediata de la propiedad en la sociedad emergente. La transición hacia el Estado es una idea de ricos. Frente a la enfermedad como resultado de su posición dominante, los ricos se ofrecieron a sí mismos y para los pobres, las instituciones que los gobiernan por leyes sabias. Por un fraude se las arregló para hacer sus partidarios de sus oponentes. En la ley de propiedad, sostienen desigualdades, creadas por estas mismas propiedades. Conclusiones Tanto Hobbes como Locke, tienen su propia concepción del estado de naturaleza y el paso hacia el Estado. Ni uno ni otro están de acuerdo en cualquier punto que tomemos de una definición, eventualmente en algunos conceptos pero no por unanimidad de ideas. A Hobbes se le critica igualar el estado de naturaleza a guerra, y a Locke que el Estado no puede ocupar el lugar de la justicia imparcial. La transición hacia el Estado e percibida por ambos como favorable; mientras que en Rousseau tiene una visión contraria a ambos, según él incorporar los derechos civiles en el estado de naturaleza. Con lo cual sólo mejoraría el estado de naturaleza y no la sociedad civil. El punto que más se le critica a este último autor es que la transición hacia el Estado, hubiere nacido de la propiedad y la desigualdad. 1 T. Hobbes, “Leviatán o la materia, forma y poder de un república esclesiástica y civil”, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, p. 102, 2011. Traducción de Manuel Sánchez Sarto. 2 T.Hobbes, op.cit. p. 101 3 Ib. 2 4 Ib. 2 5 T. Hobbes, op.cit., p. 105 6 J.Locke, “Ensayo sobre el gobierno civil”, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, p.25, 2010. Traducción de Claudio O. Amor y Pablo Stafforini 7 T. Hobbes, op. cit., p. 142. 8 J. Locke, op.cit., p. 143.
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